in Cuadernos de Historia
Julio Pinto Vallejos. Caudillos y plebeyos. La construcción social del estado en América del Sur (Argentina, Perú, Chile) 1830-1860
Caudillos y Plebeyos es la más reciente publicación del Premio Nacional de Historia (2016), Julio Pinto Vallejos. Es una obra que se destaca tanto por su erudición sobre los temas sobre los cuales se concentra, como por la metodología de análisis adoptada y la multiplicidad de fuentes empleadas, lo cual permite llegar a consideraciones finales innovadoras.
Desde una perspectiva “social-popular”, el libro se concentra en las dinámicas que se fueron tejiendo entre las élites decimonónicas de Perú, Argentina, Chile y los sectores plebeyos en los albores de dichos Estados. Es decir, cómo, desde dónde y en qué términos los grupos que ejercían el poder político en la primera mitad del siglo XIX, se vincularon y negociaron con los sectores menos favorecidos de estos espacios, en el proceso de constitución de un nuevo orden hegemónico posindependentista. Estos grupos sociales plebeyos toman así una centralidad en la obra –desde la perspectiva de las acciones de la élite– que tradicionalmente les había sido negada por la historiografía de corte más tradicional.
Con este objetivo en el horizonte, Pinto se concentra en las propuestas y acciones de tres líderes políticos sudamericanos –también llamados caudillos–: Juan Manuel de Rosas para el caso argentino, Diego Portales para el chileno y Ramón Castilla para el peruano. A pesar de las evidentes diferencias de los casos escogidos, todos ellos se aproximan por una necesidad compartida en una época con un desafío en común: ¿cómo definir política y socialmente a las nuevas repúblicas luego del colapso del sistema colonial?, ¿cómo se fueron planteando las relaciones entre las élites y los sectores plebeyos en la primera mitad del siglo XIX?
En el plano metodológico, Pinto se adentra en la tan cuestionada historia comparada, mostrando las potencialidades que este enfoque puede brindar al aplicarlo en casos más o menos sincrónicos en una región con similitudes, pero fragmentada como es la sudamericana. El autor realiza un gran esfuerzo por superar y pensar más allá de los casos estrictamente nacionales, analizando procesos y poniéndolos en diálogo y contraste para poder, con esto, lanzar hipótesis innovadoras con fuerte peso en la experiencia de los casos investigados y, por lo tanto, profundamente latinoamericanas. Esta forma de “razonamiento histórico” como la llama el propio autor, es un camino interesante y poco explorado en la región, que permite, tal y como demuestran las pesquisas publicadas en el libro que trata esta reseña, pensar historias compartidas, pero también reflexionar sobre las especificidades de los casos particulares que son abordados.
El libro se divide en seis capítulos, repartidos equitativamente entre los casos mencionados, a los cuales se les suma la introducción y conclusión. El primer par de apartados se concentra en el caso chileno con el liderazgo de Diego Portales y su actuar en relación con el mundo plebeyo. Pinto resume esta acción “desde arriba” en tres etapas: desalojo, contención y disciplinamiento. El orden portaliano no confía en los sectores plebeyos, el “pueblo existente” y busca reducir su incidencia política en la etapa conservadora de Chile decimonónico. Se deseaba moldear un pueblo obediente, disciplinado sobre el cual recayeron múltiples formas de control y castigo como intento de subordinarlo y darle forma en base a una idealización de un “pueblo deseado”. La realidad, demuestra Pinto, acabó distando mucho de la proyección, porque los sectores plebeyos mostraron resistencia.
A continuación, se presentan los dos capítulos que se concentran en la figura de Juan Manuel de Rosas en Buenos Aires, con una estrategia mucho más “seductora” en oposición al Chile portaliano. El conocido como “Restaurador de las Leyes” recurre al mundo popular como aliado indispensable para su acción, pero, de cualquier manera, establece fuertes mecanismos de vigilancia y castigo respecto a posibles transgresiones de estos.
A continuación, se presentan los dos capítulos que se concentran en la figura de Juan Manuel de Rosas en Buenos Aires, con una estrategia mucho más “seductora” en oposición al Chile portaliano. El conocido como “Restaurador de las Leyes” recurre al mundo popular como aliado indispensable para su acción, pero, de cualquier manera, establece fuertes mecanismos de vigilancia y castigo respecto a posibles transgresiones de estos.
Los dos capítulos finales sobre el Perú bajo el gobierno de Ramón Castilla parten con la interrogante de los objetivos de fondo que buscaba este al lanzar los decretos emancipadores de indígenas y esclavos en 1854. Es decir, estos decretos y sus derivaciones, ¿eran producto de una sensibilidad especial respecto al mundo plebeyo oprimido o de un oportunismo político? Por otro lado, y en la medida de lo posible, Pinto busca reconstruir las diferentes recepciones que estas trascendentales políticas castillistas que le valieron el epíteto de “Libertador” tuvieron en los diferentes grupos sociales que componían el Perú decimonónico.
En la disposición yuxtapuesta de estos seis capítulos divididos en tres bloques, van siendo tejidos línea a línea entre sí, con pasajes de comparación parcial. Esto, además de permitir ver la obra como un conjunto y no como una recopilación de capítulos sobre temas convergentes, permite apreciar los matices y texturas de cada caso estudiado, en particular a través de las luces y sombras que le proporciona el diálogo con otras experiencias.
La introducción y conclusiones de Caudillos y Plebeyos son los espacios donde se pueden extraer importantísimas ideas que trascienden a esta obra y que estimulan potenciales nuevas pesquisas que continúen con los caminos trazados por esta investigación, posicionando al libro de Julio Pinto en un lugar de referencia sobre historiografía comparada producida en Chile al respecto de la construcción social de naciones decimonónicas hispanoamericanas.
En suma, la más reciente obra publicada del Premio Nacional de Historia, Julio Pinto, nos invita, a través del estudio sistemático de experiencias sociopolíticas del pasado en clave comparada, a pensar las experiencias compartidas en el tiempo pretérito en cuanto sujetos sudamericanos. Con esto, pensando “latinoamericanamente” nuestras historias, seremos capaces de atenuar las líneas que dividen a los vecinos estados nacionales y observar finalmente los entramados que nos unen y sustentan como próximos.
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Author
Silvina Sosa Vota
Universidad de Santiago de Chile. Chile, Chile