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in Cuadernos de Historia
Ezequiel Borgognoni (ed.) Reinas, virreinas y aristócratas en las Monarquías Ibéricas. Estudios sobre mujeres, cultura y diplomacia en la Edad Moderna
La temática que aborda la obra editada por el profesor Borgognoni se inserta en la corriente historiográfica de Historia de las Mujeres que, en los últimos años, ha tenido un enorme impacto a tenor de la gran cantidad de encuentros científicos y de trabajos publicados. En el libro presentan sus trabajos más de una decena de investigadores procedentes de diversas universidades españolas, pero también europeas y americanas, lo que ofrece al lector una diversidad metodológica y de perspectiva analítica que enriquece la obra en su conjunto. Al mismo tiempo, se aborda a una serie de mujeres procedentes de los diferentes territorios que integraban la monarquía de los Austria y los primeros Borbones durante los siglos XVI al XVIII que fueron, además, protagonistas de diferentes avatares políticos y sociales propios de su tiempo. Estableciendo una organización interna de manera cronológica, el conjunto de la obra ofrece una panorámica general del tema durante la Edad Moderna.
Las reinas son el centro de atención por ser los estudios de caso preponderantes en esta obra colectiva. A través de los trabajos que las analizan podemos comprender su papel más allá del mero rol diplomático de sus casamientos y de su ancestral tarea de garantizar la sucesión al trono. El capítulo de Ana Isabel Buescu, relativo a la reina Catalina de Austria, supone un recorrido biográfico por las diferentes etapas vitales de la monarca, centrando especialmente su atención en la política matrimonial pro-castellana que implementó para sus hijos, y en los últimos años de su vida, marcados por las complicadas relaciones que mantuvo con su nieto, el rey Sebastián I de Portugal.
Otra infanta castellana y monarca portuguesa, María Victoria de Borbón, es analizada por Paulo Drumond Braga. Encontramos varios paralelismos con su antecesora, pues también tuvo un papel decisivo en la política matrimonial de su descendencia. Esta característica de ambas no solo supone una tarea habitual de las mujeres de la realeza y la aristocracia, sino que nos permite ahondar en el papel político que ambas pudieron desarrollar en sus respectivos reinados. Además, nos deja conocer también el vínculo que las unía con sus maridos y el rol político interno que jugaron en sus reinos de adopción. Otro punto perceptible en ambos trabajos es el papel diplomático de las reinas, que fueron muy activas en la correspondencia con sus familiares y sirvieron de puente entre las dos cortes siendo, así, actrices diplomáticas de primer orden.
Siguiendo con el bloque de las monarcas, dos son los capítulos dedicados a dos reinas de España: María Luisa de Orleans, casada con Carlos II y estudiada por Ezequiel Borgognoni y María Luisa Gabriela de Saboya, primera mujer de Felipe V, trabajada por José Antonio López Anguita. El contexto de ambas tiene como telón de fondo la influencia francesa en la corte española en un momento interno, además, muy convulso a nivel político con una Guerra de Sucesión que marcó –y unió más aún– ambos reinados. Reinados que son importantes en cuanto a su peso en la historiografía. Ahora bien, mientras que los estudios sobre el primer monarca Borbón están perfectamente asentados, los últimos años han sido generosos en la producción científica centrada en Carlos II, lo que nos está permitiendo ahondar más en el conocimiento del período que ha sido uno de los grandes olvidados durante décadas.
Las monarcas que nos ocupan, sin embargo, alteran este esquema, pues la mujer de Carlos II ha recibido más interés historiográfico que la de Felipe V. En ambos casos, los autores centran su atención en las maneras en que ambas lograron hacerse un hueco en la corte madrileña a través de diferentes estrategias, pero teniendo como hilo conductor la relación personal que mantuvieron con sus maridos. De esta manera, las reinas pudieron controlar un pequeño espacio de poder en el que promocionar a gente de su confianza y ejercer la liberalidad a través de obras pías y de caridad con las que afianzar su imagen. Se nos muestran, siguiendo lo antedicho para las reinas portuguesas estudiadas en esta obra, como elementos fundamentales en la diplomacia del momento, pues tanto la princesa francesa como la saboyana poseían fuertes vínculos con la corte francesa de Luis XIV, que pretendía aprovechar el influjo de las consortes en beneficio propio.
Una de las facetas más interesantes y, en ocasiones, menos estudiada, es aquella relativa a la muerte de las reinas. Precisamente este es el punto central de los estudios de Henar Pizarro Llorente y Maria Paula Marçal Lourenço, quienes, tras hacer un repaso biográfico por las figuras de Isabel de Borbón y de Luisa de Guzmán, estudian la visión panegírica, hagiográfica y simbólica de la muerte de ambas monarcas. Pizarro enfatiza la visión más hagiográfica con la clara intención de exaltar el papel político y familiar de Isabel, en conexión con el grupo de poder femenino que se agrupaba en torno a las Descalzas Reales de Madrid. Por su parte, Marçal Lourenço hace hincapié en la parte más pública y simbólica del fallecimiento de una reina como parte de la exaltación personal, de la propia realeza, pero también del amor del pueblo y de la corte por sus monarcas, pues la población en general tenía un papel destacado en las ceremonias posteriores a la defunción.
Acabamos de hablar del espacio de poder que se genera en torno a las reinas, espacio normalmente femenino en el que las mujeres de la nobleza tienen un papel decisivo. En este sentido encontramos los trabajos de Rubén González Cuerva, Pavel Marek y Natalia González Heras. Los dos primeros estudios centran su atención en el entorno cortesano femenino establecido entre las cortes española e imperial durante el siglo XVI. Por un lado, González Cuerva analiza el papel desempeñado por las mujeres de los embajadores españoles, quienes debían insertarse en el círculo de mayor confianza de la emperatriz. El papel de estas nobles no era solo ejercer funciones domésticas, sino que fueron verdaderas agentes diplomáticas que emplearon canales alternativos a los tradicionalmente considerados masculinos, contribuyendo a mantener el poder político y social que ejercía la emperatriz tanto en el imperio como con sus familiares en la península ibérica. Como trabajo que se complementa a la perfección, el estudio de Pavel Marek incide en el papel destacado de las aristócratas que integraban los espacios cortesanos y actuaban como agentes diplomáticos, también culturales, religiosos y espirituales. Ambos estudios demuestran, además, cómo las mujeres fueron las artífices de la construcción de una sólida red de intercambios que interconectaba el centro de Europa con la corte madrileña.
Natalia González Heras también centra su atención en el servicio femenino de una reina de España, en este caso la duquesa de Castropignano, camarera mayor de María Amalia de Sajonia. El estudio prosopográfico de las mujeres de las casas reales es un campo aún por explorar para toda la Edad Moderna y que, como en el caso que nos ocupa, puede ofrecer información sobre cómo estas mujeres se insertaban en el aparato institucional de la monarquía y lograban involucrarse en cuestiones políticas de primer nivel al amparo de las soberanas.
Un último bloque lo integran los trabajos centrados en el papel de las virreinas, estudiadas por Alberto Baena y Nora Siegrist. El primero reflexiona sobre los motivos que tuvieron los escritores novohispanos para usar la imagen de estas aristócratas en un sentido positivo y otro negativo. Positivo en tanto que exponentes de una imagen regia que continuaba con las líneas marcadas por las cortes europeas para tratar de prestigiar a los territorios americanos, en una asimilación entre la riqueza ostentada por la virreina y la que poseía el territorio. Como contrapunto, la visión negativa también emplea esa ostentación de riqueza como algo contrario al decoro. Por su parte, Siegrist realiza un recorrido prosopográfico por las virreinas rioplatenses oriundas del territorio, tema prácticamente virgen en la historiografía americana y argentina que permite conocer el perfil social de las elites locales, las aspiraciones y las maneras que empleaban para asimilarse a la cultura común de los territorios españoles en un momento de importantes cambios políticos, sociales y culturales como fue el mundo virreinal de finales del XVII y comienzos del XIX.
Como resultado de todos estos estudios, en la obra editada por Borgognoni se aprecian los roles de diferentes mujeres a lo largo de los siglos modernos y en una variedad de casos y escenarios geográficos, lo que demuestra por un lado una cultura común a la hora de desenvolverse en el ambiente político del momento, la cultura cortesana y, por otro, la importancia de continuar con una línea historiográfica bien asentada que ofrece resultados muy interesantes y permite conocer el rol político, social y cultural que las mujeres de la alta sociedad jugaron en los siglos modernos.
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Author
Javier Revilla Canora
UNIE Universidad, España, España